Corrent amb el cor sincer: sense parar per família d'Hetauda

sábado, 19 de septiembre de 2015

Carros de Foc, fascículo num. 5 (¡y último!)

Todo llega a su fin, y ¿qué mejor si se puede hacer con una buena traca final? Así que el último día nos levantamos más rápido que nunca, para revisar que llevamos todo donde toca de forma que nos pongamos en marcha solo acabar de almorzar. Momento también de llamadas y mensajes, para hacer saber a la gente que nos quiere que en unes horas volveremos a ser en casa. ¿He dicho llamadas y mensajes? Siiiii, y es que en Colomina tienen buena cobertura, así que nos sirve para ponernos un poco al día de lo que ha sucedido en el mundo estos días. O al menos lo que nos cuentan... Tampoco demasiado pues no nos podemos despistar del que estamos viviendo aquí y ahora. ¡Por ejemplo unas tostadas con nocilla que nos harán ir como un cohete hoy!

Hoy después de dos días sin encontrarnos ningún refugio a medio camino si que tendremos el de J. M. Blanc, que es el último que nos queda por visitar, y uno sobre los que la gente más habla. Ahora bien, ya preveemos que a esa altura no nos servirá para comer. Más bien calculamos que será a la altura del Monestero... La segunda y última dificultad que tendremos que superar en el dia de hoy. Precisamente en este punto nos volveremos a separar en dos grupos, Richy y Albert buscaran un camino más largo pero a priori que más pistero y que tiene menos desnivel mientras que Alba, Beátrice y quien escribe atacaremos uno dels collados más nombrados después del Contraix. Se abre nota, hoy nos moveremos de sur a norte, así que subiremos y bajaremos por las vertientes respectivas a diferencia de los dos días previos.
Etapa 5 Colomina - Ernest Mallafre
Si hacéis click aquí, encontraréis información de la etapa de Colomina-J.M. Blanc-Ernest Mallafré, siguiendo el itinerario “oficial”

ETAPA 4: Refugi Colomina (2420m) - Refugi Ernest Mallafré (1893m)
REFUGIOS: Colomina, Josep Maria Blanc, Ernest Mallafré
COLLADOS: Collada de Saburó (amb Pas de l'Ós inclós), coll de Monestero.
KILOMETRAJE: 16,8
DESNIVEL + : 804m
DESNIVEL – : 1331m
DESNIVEL ACUMULADO: 2135m

De la ficha se desprende que... es el día que más desnivel acumulado tendremos. Al que además le sumaremos los 250m de bajada hasta llegar al coche. Pero precisamente la mayoría son de descenso, aunque con la cantidad de piedra que nos hemos encontrado ha habido tramos que se han hecho más cansados que las subidas, lo cierto es que antes de empezar nos da confianza. Y batiendo nuestro récord personal, cuando aún falten cinco minutos para las ocho ya nos hemos puesto en marcha y yendo buscar la primera dificultad a superar, el coll de Saburó (2668m). Los primeros 2kms del camino son muy amables, resiguiendo los lagos de Colomina y de Mar, con un desnivel inapreciable, pero justo en este punto nos espera una de les sorpresas de la ruta...
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El pas de l'Ós, o ¡cómo acordarse de un tramo tan corto de camino!

El Pas de l'Ós! Dicho de otra manera, como en 100m se pueden ganar 60m de altitud. La verdad es que a medida que te acercas y lo ves, aún de lejos, impresiona, se trata de un paso estrechísimo, pero cuando ya estás... Te deja sin aliento y sin palabras. Suponemos que para evitar que la piedra quedase en muy mal estado (o precisamente para combatir que esto pasara) hicieron una estructura de escalones de bloques, pero la verdad es que en más de un lugar el mal tiempo ha ganado al mantenimiento que se hace del camino y llega a molestar más que ayudar. Que manera de empezar la última etapa tu, ¡qué aperitivo! Lo pasamos con más pena que gloria, y las pulsaciones por las nubes, sintiéndonos eso si imparables una vez más. Así que cuando un poco más adelante un cartel indicador nos señala un sendero que sale a mano izquierda hacia Ernest Mallafré (nuestro objectivo final) no tenemos ni la más mínima intención de cogerlo, ¡hemos de añadir el sello de Blanc aún!

El Lago de Saburó es una zona de descanso antes de afrontar el último tramo de ascenso al collado homónimo, y se trata también de la primera zona en toda la ruta que nos parece realmente perdedora. Tenemos diferentes posibilidades, pero en ninguna se ve la indicación del GR 11.20 que estamos siguiendo en los primeros kms de la etapa de hoy. Así que nos paramos a mirar el mapa, mientras algunos buscan señales en las cercanías... ¡Y aparecen una pareja de excursionistas aún más despistados que nosotros! Nos cuentan que ya habían pasado antes por aquí y han acabado dando una vuelta completa sin quererlo. Apunte para navegantes 2.0. el mapa os dará la respuesta correcta al enigma. El camino que tenéis que seguir es el que parece bajar al lago y bordearlo, como bien podréis ver en el mapa, ¡minipunto para él!
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El estanque de Saburó, parece reflejar también a los senderistas, que pierden la ruta en este punto.

Efectivamente, un centenar de metros más adelante de donde habíamos estado dudando encontramos las señales blancas y rojas que buscábamos. Ahora ya volvemos a ir por el camino... Y, como si necesitásemos una comprobación, este gana pendiente rápidamente y nos encontramos de nuevo en una selva de bloques. Pues bien, cuestión de ir ganando altura con criterio y paciencia. Cosa que tampoco tardaremos demasiado en hacer, de nuevo las fitas ayudan muchísimo. El tiempo nos ayuda a disfrutar las vistas y caminar con alegría, al superar el Saburó ya estamos a medio camino para llegar al noveno refugio. Comenzamos a bajar, con dos guardianes de excepción, después del Contraix los segundos dos mil novecientos que pasaremos a tocar: el Saburó a nuestra izquierda (2906m) y la Mainera a la derecha (2910m).

No es de extrañar pues, que el lago está a la sombra de los dos y que ahora vemos, se llame estany Gelat, mucho calor no debe hacer durante la mayoría del año aquí arriba... Es una de les típicas masas de agua del Pirineo: metido entre rocas, profundo y con color negro parece decir, no te me acerques. Nosotros le hacemos caso y pasamos de largo, unos minutos más tarde encontraremos el lago de la Llastra, de aspecto más amable y detrás del cual encontraremos el espectáculo del refugio Josep Maria Blanc. No hemos llegado (ni mucho menos, aún nos queda bien bien un kilómetro para podernos parar en sus mesas de picnic) pero tenemos delante nuestro la imagen, en vivo y directo, que la gente muestra al hablar de él. No hace falta ponerle adjetivos.
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Josep Maria Blanc, el refugio de postal.

Fotos, fotos y más fotos... Normales o saltando, hasta Richy se suma a esta última moda, pensando que ya han acabado las sorpresas de Carros para él. ¡Ay las! Nunca te fíes de la montaña, siempre guarda alguna sorpresa para ti. Después de la visión de anuncio encaramos un tramo de bajada delicado, aunque con la emoción que llevamos se nos pasa rapidísimo. Pasamos por encima de la presa que sirvió para recrecer el estanque Negre de Peguera y después de una corta zona rompepiernas (cuando parece que ya estás, siempre aparece alguna de estas) ya reseguimos los lagos de Trullo y Tort de Peguera, en medio del cual se encuentra el refugio, son las 11 y ya tenemos un tercio de la etapa en la saca. Aquí nuevamente notamos el peso de la civilización, menú del día con varios platos donde escoger, wifi, terracita al sol...

Y es que no es poca la gente que aprovecha para dejar el coche en Espot y venir andando hasta este punto a pasar el día, ¡comer algo y para abajo! Sin duda, el más turístico de todos los refugios a los que hemos ido. Y que conste que se lo han ganado, pedimos un bocadillo de tortilla y estaba ¡bu-e-ní-si-mo! Esto o que el hambre hace milagros... Pero nosotros aún no hemos acabado la faena y las doce sobrevuelan el descanso, ¡así que en marcha! Aquí es necesario hacer un apunte, si miráis el wikiloc que os adjuntamos, veréis que para ir hacia Monestero deshacen parte del camino y buscan la indicación alrededor del lac de la Llastra... Nosotros hicimos otra alternativa que nos recomendaron en el refugio, y que si os gusta descubrir nuevos parajes como a nosotros, os la recomendamos mil veces más.
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El Monestero, tan bucólico en su vertiente sur, tan amenazador hacia el norte.

Se trata de seguir por el GR adelante hasta la altura de la presa del lago Tort de Peguera y allá tomar el camino que sale a mano izquierda. ¡Estad atentos! No está indicado y si no te fijas fácilmente puedes pasar sin ver las fitas, como nos pasó a nosotros que hicimos parte de la bajada de la pista que va hacia Espot antes de rehacer el camino. Pista que si que tomaron Richy y Albert, a priori yendo directamente al pueblo, y después de hacer este bucle por mi insistencia (¡lo siento capi!). Ahora ya si, encaramos hacia el coll de Monestero (2716m) último gran coloso a superar antes de cerrar una vuelta que empezó cinco días antes. ¡Qué ganas! Y la verdad es que esta vertiente sur (más bien encara al este) del collado es preciosa, especialmente en su primer tramo, quizás el paso donde hemos disfrutado más.

Pasados los 2500m de altura pero, la cosa ya se va quedando más pelada y vemos como las dos puntas que protegen el collado reclaman fuertemente nuestra atención. A nuestra derecha queda el que le da nombre, el pico de Monestero (2877m) pero el que lo hace con fuerza magnética es el de la izquierda, el famoso pic de Peguera (2980m), no solo por su imponente altura, sino por su presencia piramidal y amenazadora que muestra en esta perspectiva. Un corredor, nos adelanta y pregunta si conocemos la vía para ascender a él des de este paso, pues él lo ha hecho en otras ocasiones pero siempre desde el vecino collado de Peguera (por el que pasaréis si os habéis desviado tras el Pas de l'Ós hacia Ernest Mallafré). Lo veremos como un puntito rojo que se va acercando a la cima más adelante, pero nosotros no podemos, aún hemos de recoger a nuestros compañeros y emprender un largo viaje a la gran ciudad, ¡Peguera quedas en nuestra lista de cosas a hacer el año que viene!
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A medida que perdemos altitud el valle nos regala paisajes espectaculares, como el del lago de Monestero.

¡Y ya estamos! Como cambia la história en la otra ladera... Es más o menos la una y media, por lo que decidimos que ahora es el momento de comer para afrontar después una bajada que promete ser divertida, hay que perder 823m para llegar a Ernest Mallafré y 1078m hasta el coche. Va a ser un buen postre, sin duda. Lo que está claro es que con el parón una pareja con la que habíamos salido de Blanc se añade a nosotros en la bajada. ¡Tarteraaa! Y así lo que parecía tan amenazador ha estado vencido, clavando talones se nos ha hecho hasta divertida, ahora avanzamos entre bloques y al girar la cabeza vemos, ¡ja!, que el Peguera desde este lado no parece tan terrible. Pero que volveremos a hacerlo, de eso no hay duda.

El descenso es vertiginoso en estos primeros kilómetros y solo empezará a suavizar un pelo al llegar al lago de Monestero. Atrás quedan los primeros riachuelos y la llegada del camino que cruzaba por el collado de Peguera. Por delante aún tres largos kilómetros, aunque la visión, todavía lejana pero inconfundible, de los Encantats nos dice que si, que estamos cada vez más cerca de conseguirlo. La vegetación abundante va dejando lugar también a los árboles, el río de Monestero va ganando en caudal y el valle parece cerrarse encima nuestro. De verdad, acabar en Ernest Mallafré tiene un premio espectacular. el último tramo de la bajada es muy y muy bonito. Hasta encontramos algún lugar donde hubiera estado genial refrescar las piernas, pero el tiempo si que no para su viaje...
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Nueve refugios, diez sellos, innombrables momentos compartidos, cerramos el círculo de Carros de Foc en cinco días, ahora a descansar y preparar la siguiente.

Después de minutos de acompañar al Monestero, lo abandonamos, para andar por una alfombra verde que nos hace sentirnos las estrellas del parque. No sé como decirlo pero la presencia del refugio se siente en el aire. Sabemos que lo tenemos. Saco la cámara e inmortalizamos el momento, estamos eufóricos. Y entonces cuando la giro para enfocar la pequeña casa blanca que es al pie de los Encantats... Vemos que quien celebra nuestra llegada es ¡Albert! Alba se pone a correr, yo voy detrás, y Beátrice que tiene más cabeza también procura no quedarse atrás. Richy también aparece y... ¡Los siguientes minutos son indescriptibles! ¿Por dónde habéis venido hasta aquí? ¿Hace mucho que habéis llegado? ¡Ya lo tenemos! ¿Nos pones unas cervezas? Y siguen fotos y brindis. Se nos han hecho las cinco de la tarde, pero la verdad es que en este momento nos da igual. Hemos llenado la carta de ruta, pero sobretodo el alma.

En un momento de lucidez recordamos que aún nos quedan poco más de 4kms para llegar al parking. Así que empezamos a bajar a buen ritmo y charlando animadamente. Resulta que nuestros dos compañeros sabían que había una manera alternativa de llegar rodeando Sant Maurici. Claro que eso significaba andar 7-8kms más... ¡Han volado! Acababan de llegar, pensaban que si no llegaban antes que nosotros hubiésemos bajado directamente al coche. Y así los hemos encontrado en el refugio, de sorpresa, la forma perfecta de cerrar esta ruta. Entonces, ¡pam!, delante de nuestros ojos un hombre que subía por el mismo camino ha caído. Otra gente que le ha visto caer ya le está ayudando a levantarse, se ha hecho una buena herida, pero parece que todo ha quedado en un susto. No nos ponemos en marcha hasta que nos hemos asegurado de ello, esto nos recuerda, que ¡nunca hay que perder el mundo de vista!
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En el parking de Aigüestortes, ¡donde todo empieza, todo acaba!

¡Y ahora si que si! ¡Ya entramos en el parking d'Aigüestortes! ¡Ya lo tenemos en el zurrón! Nos quedan unas cuantas horas de coche por delante, pero eso es lo que menos importa... Carros de Foc ya forma parte de nuestra vida e igual que Cavalls estamos seguros que será un trampolín para que este año sigamos haciendo mucha montaña. O al menos toda la que podamos. Este medio nos hace sentir bien y nos carga de energía para nuestro día a día. Richy, tu superación, todos los días, ha sido la mejor enseñanza que podíamos sacar de estos cinco díes, ¡gracis! Beátrice, conocerte ha sido un regalo, se nota que en la montaña te sientes como en casa, que disfrutas sobretodo de los momentos, de los espacios, gente que te hace valorar el silencio y la calma como tu lo haces es senzillamente increíble.

Alba, podría decir que eres otra que la que hizo Cavalls ahora hace un año, pero sería un tópico, simplemente nos soprendes cada día más aprovechando tu potencial, del que solo nos podemos hacer una idea, pues nadie sabe bien bien hasta donde puedes llegar, espero seguir compartiendo este proceso ¡mucho tiempo más! Y Albert, por culpa tuya nació este grupo en Cavalls, contigo nos sentimos más tranquilos y confiados, pero al mismo tiempo disfrutamos como los que más. Además he añadir que estos días has demostrado mucho más... Por mil y una historias que hemos tenido has demostrado hacer honor al nombre de Capi con el que te conocemos. 40 horas y 45 minutos en camino desde que dejamos el cochee, 31 hores 15 min en movimiento, nos contemplan, 84km i 10670m de desnivel acumulado, pero esta historia es mucha más que esto.

Y para los que aún queráis más, ¡ahí van 30 minutos de "resumen"!

martes, 15 de septiembre de 2015

Carros de Foc, fascículo núm. 4

¡Buenos días! Y por fin esta exclamación toma todo su sentido, el sol por fin viene a saludarnos de buena mañana. ¡Que alegría! Así da gusto levantarse a revisar la mochila y pasar por el lavabo, que en el refugio de Estany Llong encontraréis en un edificio anejo (se nota que aquí el frío no aprieta tanto como en otros menos protegidos a lo largo de la ruta). Allí también hay una ducha fría, que buena parte de nosotros ha utilizado, porqué la caliente son dos euros y medio más... Igual que las bebidas son tres euros, en los pequeños detalles es donde se encuentra el negocio de los refugios. Sigo encontrándolos más fríos que a lo que estamos acostumbrados, eso si, con los caminantes la confianza es cada vez mayor y charlamos animadamente sobre lo que nos espera en el día de hoy a cada uno de nosotros.

En nuestro caso repetimos la estrategia de la jornada previa, simplemente uniremos dos refugios consecutivos, así que nos espera un día "light". Ya en este momento al mirar el único paso importante a afrontar hoy, el Dellui, y viendo que el día se presenta espléndido una idea empieza a rondar la cabeza... ¿Por qué no hacer cima en el pico que le da nombre? Veremos como se comporta la meteorología con nosotros, porque como habréis ido leyendo en las crónicas anteriores aquí puede cambiar en cualquier momento. Por lo menos la noche anterior ya nos apuntamos las primeras estrellas en el cielo, ¡que ganas teníamos de verlas! Y por ahora, crema solar y gorra o pañuelo, que somos muy sensibles, ¡de piel también! Aquí van cinco céntimos de la etapa que justo empezamos.
Etapa 3 Estany Llong - Colomina
Si hacéis click aquí, encontraréis información de la etapa de Estany Llong-Colomina, siguiendo el itinerario “oficial”

ETAPA 4: Refugi Estany Llong (1987m) - Refugi Colomina (2420m)
REFUGIOS: Estany Llong, Colomina
COLLADOS: Colladeta de Dellui
KILOMETRAJE: 11,7
DESNIVEL + : 873m
DESNIVEL – : 440m
DESNIVEL ACUMULADO: 1313m

Ya se ve que nos esperaba quizás la jornada más suave de todas. Perfecta para coger energías para la traca final. Fieles al que estamos convirtiendo en costumbre, dejamos Estany Llong a las ocho y media. Al estar en el fondo del valle, vemos el sol, pero no lo sentimos, por lo que aunque salimos subiendo desde el primer metro, nos cuesta entrar en calor. Se nota que apenas empezamos a superar los dos mil metros, pues estos primeros kilómetros vamos bien metidos dentro del bosque. Y también que aquí agua no se echa de menos, pese a que no nos paremos para buscarlas, vemos setas por doquier. Poco después un torrente que baja de los Estanques de Corticelles parece confirmarnos que por aquí están bien alegres en cuanto a nieve y lluvia se refiere.
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¡Qué fresquito de buena mañana!

Hoy pero, ninguna nube en el horitzonte. Finalmente, cuando ya encaramos los estanyets de Dellui, el sol empieza a hacer mella. Ya con menos ropa, disfrutamos de estos lagos encadenados, los cuales se está procurando restituir a su estado natural, pues como en muchos otros, aún es evidente la utilización que los hombres hemos hecho. Vemos también como hay gente que se para a probar sus aguas. Nosotros pero, no abandonamos el camino perfectamente fitado y en el que aparecen palos amarillos cada cierto rato. Pasamos algún tramo de bloques pero son muy cortitos, es una subida que se deja hacer, y sea como sea nos notamos curados de espanto tras la dura etapa de la víspera. El ataque al Dellui va cogiendo fuerza, pues Alba y Beátrice también están por la labor de subir aún más alto que ayer en el Contraix.

Así que a la altura del lago del Dellui ponemos una marcha más. Quedan dos cientos metros y pico de desnivel para acabar el collado (2577m) y allí habrá que añadir aún tres cientos y unos pocos más para llegar a la cima. La idea es ganar tiempo con respecto a Albert y a Richy, de manera que hayan de parar lo mínimo posible para atraparlos luego en la bajada. El último tramo del paso (el más cuesta arriba siempre, ya lo sabéis) es en todo momento por camino, así que definitivamente el de hoy lo catalogaríamos de largo, pero sencillo. De hecho se puede subir tanto por la izquierda como por la derecha de la zona central, cuestión de ir haciendo y poder disfrutar de las vistas que siempre, siempre, nos regala un collado cuando coronamos.
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¡Un "paaaaalo"!

Y nuevamente, no decepcionan. Al fondo se dibujan varios "mares" de montaña, los lagos de (de izquierda a derecha) Morto, Castieso, Cubieso, Eixerola, Tort i Mariolo... ¡Sin palabras! Recargamos baterías con frutos secos y agua y nos predisponemos a buscar un camino para subir al Dellui, que nos mira amenazador a nuestra derecha. La verdad es que él y su vecino Mariolo imponen respeto... Pero haberlo lo hay, y además fitado. Buena señal que el pico no es tan feroz como de lejos pueda parecer. Así que dejamos las mochilas grandes entre unes rocas del collado, metemos las cámaras para inmortalizar el momento en la mía de trail, y ¡hacia arriba que nos vamos! Iremos cresteando en todo momento, pero sin pasos excesivamente aéreos, de tal manera que más vale ir con cuidado y usar las manos si es necesario.

Toda la subida está fitada, aunque a veces, al movernos en todo momento en un paisaje de roca, es difícil adivinar donde es la siguiente. Así que nos vamos turnando la primera posición del grupo, pues irremediablemente llega un momento en el que el que abre la comitiva se equivoca ligeramente de camino y quien va segundo le dice "¡la fita está allí!" pasando este a ser el nuevo "líder" y quien lo era hasta el momento a marchar detrás. A medida que ganamos en altitud se va confirmando que se asciende más fácilmente de lo que parecía, pese que pendiente si que se supera. Pensad que en unos 700m ganamos los 322m de desnivel positivo para coronar, lo que es una pendiente media del 40%, ¡casi ná! Eso si, si alguien del grupo tiene ni que sea un poco de vértigo, no lo probéis (seguramente ya lo habréis visto con el Contraix el día anterior).
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¡No veas como sube esto!

Alba, Beátrice, Dani, en este orden llegamos al punto más alto del Dellui (2892m), que nos ofrece su regalo más preciado, ¡las vistas! Y no solo de las dos vertientes que ya habíamos visto, ni una visión nueva del Mariolo, sino también un circo que él mismo se encargaba de esconder. Espectaculares los lagos Xic, de la Ribereta y Major... Hay un camino que lleva a ellos, pero no nos podemos despistar, que aún queda ruta por hacer y sobretodo reunirnos pronto con nuestros compañeros y compartir con ellos la experiencia. Así que rápidamente, cámaras en mano grabamos, tomamos fotos, en definitiva inmortalizamos el paisaje y a nosotros con él. La verdad es que con el sol de hoy se está tan bien que dan ganas de quedarse allí arriba.

Aprovecho para hacer un par de llamadas, ya que en el cielo de los Pirineos es donde mejor cobertura se tiene, y después a bajar para pillar a mis compañeras. ¡Con cuidado! Que cuando la pendiente es mucha, como es el caso, hay que ir con más cuidado en la bajada que en la subida. Desde la cresta vemos como Richy y Albert han cazado a Marc y los tres se están dando un bañito al Estanque de l'Eixerola mientras nos esperan. ¡Ellos tampoco se lo montan mal! En un abrir y cerrar de ojos volvemos a estar en el paso, cargamos las mochilas y empezamos el descenso. Ninguna complicación especial tampoco en esta vertiente sur, lo que hace que en el tiempo en que ellos se secan y abrigan nosotros ya estamos llegando a "la playa" donde han hecho su parada.
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Y estamos tan "a gustito".

Nosotros también encontraremos nuestra "calita" unos cuantos centenares de metros más adelante. Teniendo que parar para comer, lo hacemos al lado del Lago Mariolo, donde los tres "cimeros" nos damos un baño recuperador ¡y helado! Alba y yo no duramos demasiado, pero Beátrice... ¡Está en su salsa! Momento de bajar peso de las mochilas los que llevaban comida para todos los días, mientras que los que ya vamos justos de provisiones, sacamos el bocadillo que nos han preparado esta mañana en Estany Llong, ¡buenísimo! Aunque creo que en un paraje así casi todo sentaría de lujo. Un placer estar en el sitio adecuado, con el tiempo adecuado y la compañía adecuada. Se nota que nos vamos acercando poco a poco al final de Carros de Foc, ya nos estamos poniendo ñoños...

Sin dar oportunidad al frío para que se nos meta en el cuerpo nos volvemos a poner en marcha, resiguiendo el laaaargo lago Tort. Las evidencias de humanización que ya habíamos visto en toda la ruta, se volverán más constantes en este tramo, donde nos cruzaremos o pasaremos bien cerca de numerosos recrecimientos de estanques, y finalmente toparemos con las antiguas vías del tren que servía para llevar materiales, propiedad de la compañía eléctrica de turno. Su abandono actual nos trae mil pensamientos a la cabeza, entre ellos que este reto parece ya ir sobre raíles, disfrutando como estamos haciendo hoy de la etapa, echamos de menos un poco más de naturaleza, y acercándonos poco a poco al último refugio donde haremos noche.
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Estas aguas y este grupo son milagrosos.

Si os habéis fijado en el perfil del día pero, este último tramo vuelve a ser una subida suave, que comienza tan buen punto abandonamos las vías. Se trata de una pista empedrada, que conecta también con el teleférico que sube hasta pocos metros más arriba de la montaña. Esto significa que volvemos a encontrarnos con mucha gente, definitivamente, hoy parece el día de la civilización. Hasta encontramos gente con chanclas, que nos hacen pensar si realmente saben donde se meten. Corredores como somos, no podemos evitar tomarnos este último km escaso como una última serie... Y es que hoy hemos gastado pocas energías. Así que cada uno va cogiendo su ritmo, lo que será genial para poder grabar con la cámara la llegada de todos nosotros al refugio de Colomina.

Las tres en punto, como un reloj hemos acabado la etapa, de momento cada día llegamos un poco más temprano que el anterior. Mañana no será así, pero hoy nos queda una tarde genial para aprovecharla. Y más viendo lo bien acondicionado que está el refugio más alto de la travesía, que con el añadido de donde se dejan las mochilas y el calzado, así como el mirador metálico que han instalado ha ganado mucho con respecto a los últimos años, nos cuentan. Ahora bien, no todo es de color de rosa. Aquí hace falta pagar por hacer uso de las duchas... Sea agua fría o caliente. Hablamos sin conocimiento de la causa, ni saber cuanto les costa a ellos el metro cúbico, pero nos parece que si hay algo aquí que esté precisamente en abundancia es el agua. No me refiero a que se minusvalore su uso, pues hay que ser conscientes que este elemento es siempre un bien preciado. Solo que dos euros y medio por agua fría (nosotros estamos de suerte pues también funciona la caliente) me parece abusivo.
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Como si de más fitas se tratase, en el tramo final seguiremos durante un rato las antiguas vías del tren que utilizaba Endesa (en aquel entonces Fecsa) para la explotación de los lagos.

Además solo hay una, por lo que previendo el lío que se montará por la tarde, y aprovechando que hemos sido de los primeros, en llegar nos damos la ducha ahora. Efectivamente, al irnos a dormir aún había gente duchándose... Y el almuerzo lo ofrecen en dos tandas para poder llegar a todos, al tener un comedor muy pequeño. Esto nos hace reflexionar, ¿por qué si un refugio es pequeño hemos de intentar meter a más gente? Mejor será poder atenderlos bien, que no ir desbordado. Ya he comentado que está bien acondicionado pero esto no es justificación para que este por encima de la su capacidad. Hay que decir que intentan corregirlo con el trato más cercano al caminante (y mira que nuestra llegada no fue del todo agradable) y cuidando los detalles como se vió en la cena.

Buena comida (¡buenísimo el redondo de ternera!) y preocupándose que no falte de nada y si a todo el mundo le estaba bueno. Antes habíamos aprovechado para grabar unos momentos muy especiales, con cada uno de los protagonistas de una ruta que ya se acerca a su fin. La verdad es que por mucho que pueda parecer una molestia, llevar una cámara para dejar constancia de tus vivencias no tiene precio. De hecho, de aquí saldrá un vídeo que guardaremos para siempre más... Y el trailer que ya pudistéis ver. El entorno ayuda, hasta las vacas parecen ponerle atención. Cuando salimos después de cenar pero, ellas ya están descansando y nosotros albiramos el camino que atacaremos mañana. El último día a Aigüestortes. Esperemos que de nuevo sea inolvidable.
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El tiempo nos ha acompañado hoy... ¡La buena cena también!

30 horas y 45 minutos en camino desde que dejamos el coche, 24 hores y 15 minutos en movimiento, continuará…

viernes, 11 de septiembre de 2015

Carros de Foc, fascículo núm. 3

Ni ver las estrellas a la noche, ni el sol por la mañana. La niebla pretendía seguir siendo protagonista el tercer dia de ruta. Resultado: al levantarnos lo hacíamos con un plus menos de energía, especialmente a Alba, a quién se se le estaba haciendo una montaña seguir positiva. No ayudaba que unos corredores con quién habíamos hablado el día anterior, que habían hecho todo el recorrido de Carros en dos días y medio, habían quedado  impactados especialmente por el Contraix... Contraix, Contraix, Contraix, todos hablan de él y por fin nos lo encontrábamos frente a frente. Por este motivo también planificamos para este día la etapa más corta de toda la ruta, un día "unirefugio", pues por primera vez des de que salimos de Ernest Mallafré, no tendríamos a medio camino donde recargar, solo al inicio y el el final.

En Richy en cambio había recuperado la moral. Y a su buen humor natural nos acabamos añadiendo todos. ¡Que comenzamos a cogerle el gusto a las alturas y las piedras! Un gran almuerzo en cantidad y variedad nos acaba poniendo las pilas. ¡Si el sol no quiere salir a recibirnos ya iremos nosotros a buscarlo! Y como guiado por este pensamiento, al ir a hacernos la foto de grupo de rigor, un pedazo de cielo deja pasar unos primeros rayos que iluminan el lago Negre... Buena señal! Hoy es el primer día que nos dirigimos decididamente hacia el sur, lo que nos hará atacar el collado por su vertiente norte, lo que veréis que en el día de hoy se tornará en una de las razones principales por las que la mayoría de los caminantes recomiendan hacer la ruta en sentido antihorario. Antes, la ficha del día.
Etapa 3 Ventosa - Estany Llong
Si hacéis click aquí, encontraréis información de la etapa de Ventosa i Calvell - Estany Llong, sigueindo el itinerario “oficial”

ETAPA 3: Refugi Joan Ventosa i Calvell (2215m) - Refugi d'Estany Llong (1987m)
REFUGIOS: Joan Ventosa i Calvell, Estany Llong
COLLADOS: Collet de Contraix
KILOMETRAJE: 9,7
DESNIVEL + : 851m
DESNIVEL – : 1079m
DESNIVEL ACUMULADO: 1930m

Por tanto, una etapa de pocos kms pero bien concentrada, con una pendiente MEDIA ¡del 20%! Entre subida y bajada, así que seguro que hay tramos chulos chulos... Más si tenemos en cuenta que durante uno y medio el terreno es más bien favorable, resiguiendo el lecho de algunos pequeños ríos y lagos como el petit y gran de Colieto. A partir de aquí si que la pendiente empieza a ser importante, al principio con un terreno parecido al de otros pasos que hemos superado los dos días previos, de ir subiendo tranquilamente a ritmo. Hemos salido (como ayer) a las ocho y media, y vamos en gran grupo, entre alemanes, franceses, madrileños, catalanes... Parece el inicio de un chiste pero no lo es. Y menos cuando llegamos al primer tramo de bloques. Hasta ahora creíamos conocer la definición de esta palabra, pero es ahora que empezamos a entender su significado.
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¡Menos mal que cenamos y almorzamos con fuerza en Ventosa!

En este tramo me quedo cerrando la grupeta con Beátrice. Pese a que sabe como nadie, el cuidado con el que hay que ir en estos tramos, (en los que los agujeros donde meter un pie y poderse hacer daño son omnipresentes) es también quién más los padece. Tampoco es que yo vaya fácil, me está costando encontrarle el punto. Las fitas señalan el camino a seguir, pero en realidad las vías para hacerlo son muchísimas, por momentos llegaremos a ir cinco personas por cinco alternativas diferentes. Es un primer aperitivo, pues encontraremos un descansito a poco más de 2500m, después de pasar un tramo más fresado y fácil. ¡Eso no quita que tenga una pendiente de narices! La niebla se ha ido dispersando, y aunque el sol no aparezca en el horitzonte, parece que el día irá mejorando.

Los collados, como bien sabréis, son pasos para poder superar una línea de montañas (que de lejos pueden parecer infranqueables) por el punto más bajo y/o fácil. Esto significa que muchas veces, tendremos picos muy apetitosos bien cerca del sendero que seguimos. Evidentmente en una travesía, con las mochilas bien cargadas, este no es el primer objetivo. ¡Ni el segundo! Pero una vez ves su silueta, su situación, una voz interior te invita a subir. No somo cabras pero. Hablamos de cimas que están fitadas, a las cuales se puede llegar sin excesivo material, sobretodo dedicándoles atención y paciencia. Es en el paso de este primer "collado" y adivinando por vez primera el pico del Contraix, que decido poner una marcha más e intentar buscar una ruta de ascensión fácil, coronarlo, y luego reintegrarme al grupo a lo largo de la bajada.
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¡Porqué por la mañana nos tocaba comernos un buen Contraix!

¡Así que manos a la obra! Con Capi al corriente, quedamos que vayan haciendo ruta para no coger frío en la zona alta, y ya más a cubierto y resguardados harán tiempo para que me sea más fácil alcanzarlos. Quién sabe, de camino, quizás pueda convencer a algún valiente más... Me encuentro fácil y la subida se deja hacer, paso a nuestros colegas madrileños y atrapo a Marc, otro caminante con quién nos iremos durante un rato indicando por donde va el camino. Y llegamos al tramo del que todo el mundo habla, y te han mostrado en fotos, el segundo y último tramo de bloques. Un paisaje de piedra, piedra y más piedra, donde la fuerza del hielo durante los años se muestra en todo su esplendor. Aunque se trate de roca sana (al menos en este tramo de menor pendiente), no hay un solo conjunto, sino que todo ha estado partido en bloques, enormes, pero individuales.

En este punto cometo una errata... Hay unas fitas a mano izquierda de la canal, que parecen bastante claras, pero más adelante me doy cuenta que me llevan a pies del Pico de l'Estany del Contraix y no por la vía principal hacia el paso. Así pues, apunte para navegantes, cuando lleguéis a este segundo tramo de bloques, buscad siempre el camino de la derecha, que un poco más adelante seguirá marcado por los palos de madera con la punta amarilla. En mi caso sigo las fitas hasta encontrar un punto en el que el descenso al camino bueno fuera seguro. A estas alturas, el perfil de la montanya se recorta en el cielo y parece una boca desdentada que amenaza con comerse todo lo que se le acerque. Al fondo veo una pareja de andorranos, y pienso que si subo con ligereza, quizás nos juntemos en el punto más alto.
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El verdadero "tramo terrible" es el final de la subida.

Dicho y hecho, a medida que el camino gana en pendiente veo cada vez más cerca a los compañeros "carreros". Tampoco porqué vaya demasiado aprisa, pues este es el tramo en el que cuesta más avanzar. Las rocas son más pequeñas (no podía ser de otra forma, ¡la gravedad es imparable!) y además al cerrarse la canal, las opciones son menos. De hecho, si seguís propiamente el camino lo encontraréis tan roto que podemos hablar más de grava y arena que otra cosa. Así pues, puede ser una buena idea buscar los contornos con más piedras y ayudarse con las manos si es necesario, para evitar aquello de "un pasito palante, un pasito patrás". El día sigue sin abrirse pero tampoco amenaza lluvia y pienso, ¡menos mal que no lo hace!

Nunca gusta que llueva cuando estás de ruta, no tanto por los colores y olores que esta deja (estos si que nos gustan), sino por la incomodidad de vigilar que se moje lo mínimo la mochila con la ropa y la peligrosidad en tramos de poco agarre. Y en nuestras dos primeras etapas (exceptuando el primer tramo de descenso del Oelhacrestada) los puntos en que apareció no tenían ninguna dificultad en especial. Aquí la cosa sería muy diferente... Mucho respeto para los que encaran este collado ¡con lluvia, viento y niebla! Y también hay que decir, es una zona que se agradece atacar de subida y no de bajada, pues la caída parece una rifa en la que hemos comprado todos los boletos. Sentido antihorario de la ruta 1 - 0 sentido horario.
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Tanto la subida como la bajada están perfectamente fitadas, aunque no todas sean del tamaño de la que encontraréis en el lago de Contraix.

¡Y ya hemos coronado! No son aún las once y con la pareja de andorranos nos hacemos unas fotos para inmortalizar el momento... Encarados hacia la vertiente norte. Porqué si miramos hacia el sur no se ve nada. La niebla difumina la bajada pero también la opción de atacar el pico del Contraix. A la montaña, por encima de todo, hay que ir con la mentalidad que ella siempre tiene la última palabra, si el tiempo no acompaña, siempre será mejor seguir el camino fácil y si es necesario dar media vuelta. Así que tras compartir unos minutos de alegre charla me despido de los andorranos y les deseo un buen camino. Me abrigo bien y tras encontrar un refugio entre la roca, como y bebo un poco, resguardado para no coger frío mientras llegan los primeros compañeros.

Veinte minutos más tarde, veo aparecer a Alba por la chimenea final. Lleva la misma sonrisa cansada de satisfacción, y es que coronar los 2749m del "collet", superando los dos grandes tramos de bloques y el último tramo descompuesto, te hace sentir enorme. Casi seguidos llegan Albert y Marc, con quien hemos compartido buena parte del ascenso. Ellos también comen y beben un poco y encaramos la bajada hacia la vertiente sur, será mejor protegerse al pie del estanque para esperar a Richy y Beátrice. Nuevamente la suerte juega a nuestro favor, durante mi espera la niebla se ha ido levantando pesadamente, y el descenso lo encaramos mucho más fácilmente. La verdad es que, pese a la cantidad de bloques que encontraremos en este primer tramo, este lado está en mucho mejor estado que la norte. Sentido antihorario 2 - 0 sentido horario.
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Todo esfuerzo tiene su recompensa, y en este caso es la vertiente sur, con el río Contraix (¡la toponímia de esta etapa no es muy difícil como veís!) terreno perfecto para tomar fotos y refrescar las piernas.

Pasado un nevero nos sentamos a esperar los dos campeones que vemos en medio de la "boca", también han coronado el gigante de Carros de Foc. ¡Bravo! En este punto Marc se adelanta, nos reencontraremos en el refugio de Estany Llong. Después de reunificarnos (con patinazo en la nieve incluida) nos ponemos en marcha ols cinco. Pasado el lago y la zona de bloques, la valle rápidamente va cambiando de fisonomía. La verdad, si alguien quiere dar una clase práctica de vegetación alpina, en la ladera sur del Contraix tiene un campo de estudio genial. Más si el día acompaña, como empieza a hacerlo con nosotros. El río homónimo lleva un buen caudal, juntando agua que sale aquí en forma de manantial, allí en forma de cascada. Poesía para los sentidos. La bajada sigue vertiginosa, pero agradecida.

Fotos habremos hecho centenares, nos sentimos un poco "Heidi en los Alpes". Los prados dan paso a los primeros árboles, que se van agrupando y finalmente daran lugar a pequeños bosques. Al lado de un salto de agua, Capi, que se había avanzado (como disfruta este hombre montaña abajo) nos espera para montar el picnic. Perfecto para poner los pies en remojo (¡como lo agradecen las piernas!) y recargar energías. Física y anímicamente. Definitivamente el disfrutar de estos paisajes, poder hacerlo con terreno favorable y el trabajo hecho pudiendo parar a descansar es un hattrick. Sentido antihorario 5 - 0 sentido horario, manita y ¿resultado definitivo? Nos quedan dos días para saberlo...
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¿Gnomos en el bosque? Yo los he visto...

Al fondo de la valle se encuentra con otros riachuelos y torrentes, dando lugar al río de Sant Nicolau, las aguas del cual nos llevarían a la Vall de Boí. Pero nosotros giraremos para buscar el refugio libre de la Centraleta (lo encontraremos cerrado, pero funciona como punto SOS, bueno es saberlo con la poca conectividad que tendréis en el parque) y de aquí a Estany Llog ya será un paseo. En 10 minutos de reloj (mitad sendero, mitad pista) seremos en el refugio. No son las tres y cuarto que ya hemos sellado (¡ya van siete de nueve refugios!) y pedido por las habitaciones. Hoy pero, no podremos entrar hasta después de cenar. En esto cada refugio es un mundo. Los hay que te dejan acceder des de primera hora de la tarde y otros cuando ya se va llenando de gente. Aquí es donde más rigurosos son en este aspecto.

Salimos al aire libre a disfrutar de la calma de la montaña, que no solo de caminar vive el hombre. Aunque la vista de un jeep a los pies del refugio, al menos a mi, no me hace mucha gracia. Es curiosa la paradoja, pese a la cantidad de gente que hace la ruta, que los paisajes de Aigüestortes son quizás los que más directamente ligado a la naturaleza me han hecho sentir, pero sus refugios con pista accesible en vehículo generan el efecto contrario al que estaba acostumbrado. Así que buscando paisajes más naturales me vuelvo a poner las bambas y me meto 7km, corriendo por entorno de los lagos Llong (que pese a darle nombre, es uno de los pocos que no acompaña al refugio en su estampa) y Redó, muy recomendable que hagáis estea paseo. Más si, como nosotros, hacéis noche el día siguiente en Colomina, claro que esto ya es otra etapa ¡y otra crónica!
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L'Estany Llong que da nombre al refugio regala increíbles vistas, igual que su vecino Redó.

24 hores y 15 minutos en camino desde que dejamos el coche, 19 hores y 15 minutos en movimiento, continuará…

martes, 8 de septiembre de 2015

Carros de foc, fascículo núm. 2!

Finalmente no, las nubes no descargaron todo el agua por la noche... Pero por lo menos parecía que el cielo nos daba una tregua mientras echábamos a la mochila la última ojeada para ponernos en marcha. Lo que si que quedaban eran secuelas de la primera etapa, sobretodo para Richy, que padeció mucho con las rodillas en el tramo final (especialmente en las bajadas con bloques) y que decidió buscar un camino más directo que lo llevase al refugio donde pasaríamos la segunda noche, Ventosa i Calvell. Albert también iría con él, sorprendido como había quedado por la dureza del día anterior. En cambio, Alba y quien escribe decidieron seguir la ruta hacia a Restanca, para pasar por todos los refugios, animados aún más por Beátrice, quién también lo haría, y que hablaba maravillas de la zona.

En los refugios se nota que estamos en la montaña, aquí todo se hace temprano y la gente se desespereza rápido. Se cena pronto, se va a dormir a una hora decente, se madruga y almuerza... A la misma hora pero la cantidad y variedad cambia dependiendo de donde haremos noche, como veremos. Colomers no destaca especialmente en este aspecto (la cena tampoco fue nada del otro mundo) aunque las instalaciones son por lo general buenas. Eso si, ducha fría, vale la pena saberlo. En el fondo es bueno ser valiente, pues la agradeceréis más que caliente, después de estar todo un día dándole a las piernas (y a los brazos si lleváis bastones, muy recomendables para esta ruta) no hay nada como un agüita fría para salir como nuevos el día siguiente. Pero vamos con la ficha de esta segunda jornada.
Etapa 2 Colomers - Ventosa
Si hacéis click aquí, encontraréis información de la etapa Colomers-Restanca-Ventosa i Calvell, siguiendo el itinerario “oficial”

ETAPA 2: Refugio Colomers (2138m) - Refugio Joan Ventosa i Calvell (2215m)
REFUGIOS: Colomers, Restanca, Joan Ventosa i Calvell
COLLADOS: Port de Caldes, Coret de Oelhacrestada
KILOMETRAJE: 15,75
DESNIVEL + : 1097m
DESNIVEL – : 1020m
DESNIVEL ACUMULADO: 2117m

Como se veía en el perfil de la etapa, nos esperaban algunos kms menos, pero un poco más de desnivel. Aunque en realidad, el kilometraje aún tenía que ser superior así como el desnivel (tanto positivo como negativo) si el tiempo hubiese acompañado. La idea era bajar a Restanca por el GR 11.18 pero volver por el camino fitado de la sierra de la Tumeneia, lo que nos hubiera dado unas vistas increíbles del Macizo del Besiberri (el más alto del ámbito del Parque y uno de los pocos con tresmiles de todo el Pirineo catalán) y la Punta Alta de Comalesbienes. Queda pendiente, pues fue un día en el que las vistas iban muy caras. La niebla siempre hace que todo el camino conocido sea mejor amigo que el que queda por conocer. Pongámonos en marcha, que ya son las ocho y tres cuartos y tenemos tela que cortar.
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Ufff, ¡hacia allí vamos!

El camino nos lleva rápidamente montaña arriba, pues el Port de Caldes, a 2572m, se supera en tres kilómetros de ruta. Un collado de los de ir haciendo eses y con calma, con un punto amenazador en el día de hoy, pues la niebla no nos permite saber que hay ni que día hace en la otra vertiente. Sigue sin llover, pero esto no quita ningún punto de admiración para un senderista que nos pasa a buen ritmo... ¡Tal como vino al mundo! Botas y mochila minimalista, queda demostrado que no hace falta gran cosa para ir a la montaña. Bueno si, una piel acostumbrada a todo tipo de tiempo, pues los que no tenemos este punto sobrehumano avanzamos como cebollas gigantes con dos, tres o cuatro capas de ropa.

Coronado el paso, los que tienen pensado hacer la ruta corta cogen el desvío que encontramos a la izquierda y planea, mientras que los que vamos hacia Restanca empezamos a bajar... ¡A sabiendas que luego tendremos que subir! No creáis que esto nos desagrada, si no fuese por la niebla (que a duras penas nos deja entrever el camino) este sendero rompepiernas sería todo un espectáculo. Los subes y bajas son debidos a que Aigüestortes está salpicado por infinidad de circos glaciales, lo que da cuna a los innombrables lagos que vamos encontrando. Aunque en un día como hoy haya algunos que no veamos como el de Mangades (al menos de buena mañana) o bien tendremos que tocar para asegurarnos que están ahí como el de Port de Caldes. Y en estas estamos, que el camino vuelve a ganar pendiente, llevándonos poco a poco a los 2475m del Oelhacrestada.
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Siempre consultando el mapa, para comprobar que seguimos la ruta correcta, más si nuestros caminos se separan!

En el punto más alto encontraremos indicaciones hacía la derecha para subir el Montardo (2837m) y a medida que avancemos también un montón de gente que nos preguntaran por él. Ahora llueve con intensidad y la niebla no tiene visos de levantarse, así que uno a uno irán dándose la vuelta... Es famoso por sus vistas, pero hoy parece negárselas a todos. Con la roca mojada haremos este primer tramo de bajada (subida para los excursionistas que comentábamos) con cuidado. Pese no superar los 2500m, el estar orientado hacia el norte (y el clima atlántico de la Vall d'Aran) hace que el paisaje sea típicamente glaciar, con una zona escarpada y piedra rota. Será ya llegando al lago de Cap de Pòrt donde volveremos a sendero fresado. Y ahí nos sonríe el tiempo nuevamente, se frena la lluvia y, solo por un momento, la niebla parece perder intensidad.

Momento perfecto para hacerlo, pues volveremos a perder desnivel rápidamente, teniendo que estar pendientes de donde ponemos los pies. Admirables unos Pioners i Caravel·les del AEiG Sant Narcís que encontramos en este punto, ¡cargados hasta arriba es mucho más difícil bajar y subir estas montañas! En recompensa el paisaje que vemos es increíble. El estanque de Restanca tiene un color verde intensísimo, y uno y otro lago están conectados por un torrente que no hace otra cosa que transmitir ¡buen rollo! Con sus saltos enlazados parece un curso de agua hiperactivo, que va de piedra en piedra, digno de verlo en directo, no hay foto que lo pueda mostrar como es. Un kilómetro en el que perdemos 250m de desnivel plantándonos a las puertas del refugio en el tiempo previsto, las dos y cuarto, ¡momento del bocadillo!
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A Cap de Pòrt por fin podemos volver a tomar fotos!

No pasaremos la noche para comprobarlo, pero a diferencia de otros, a Restanca parece que son muy conscientes de mantener una temperatura agradable en el interior. La comida pues la hacemos ¡tan a gustito! Cabe indicar que igual que J.M. Blanc y Ernest Mallafré lo son en la vertiente pallaresa, este es en muchas ocasiones el punto de partida de los que empiezan la vuelta de Carros de Foc desde la Vall d'Aran. Las razones son varias: com en Espot hay un parking cercano donde dejar el vehículo, es una zona no muy transitada (encontramos varios caminantes que en Oelhacrestada ya enfilaban hacia Ventosa y evitaban bajar a Restanca para luego volver a subir) y una buena manera de hacer la subida el primer día y volver, ya conociéndolo, el último día por la bajada que hemos hecho.

Viendo que el día no acaba de esclarecerse, y hablarlo con los guardas decidimos volver por donde habíamos venido. El Coll de Tumeneia (2606m) continuará siendo un desconocido para nosotros. No sé si es el hecho de habernos quedado con las ganas de hacer un nuevo camino o que en el segundo día ya nos vamos acostumbrando a la piedra o las subidas pero el caso es que en los siguientes 3kms (con 450m de desnivel positivo) volamos y volvemos a ser en el Coret de Oelhacrestada. En este punto un grupo de cuervos sale a recibirnos y nos hace una danza celestial que nos deja admirados. Dirán que estos pájaros son "de mal agüero" pero la verdad es que nosotros los encontramos preciosos entrando y saliendo de la niebla.
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¡Cómo hemos avituallado en Restanca!

Los ánimos también vuelan alto, de forma que ni la vuelta de la lluvia puede con nosotros. El trío sigue a muy buen ritmo y giramos hacia la derecha, entrando de nuevo en zona desconocida. Solo podemos adivinar el Lago de Monges y el de Mangades, que parecen no tener fin. A la altura de los estanques del Clot y de Travessani la niebla va y viene, dejándonos boquiabiertos cuando vemos los parajes que atravesamos. Lástima no haberlo hecho con buen tiempo, porque es una zona de pequeñas valles alpinas espectacular. Eso si, el camino está bien fresado y marcado excelentemente con palos pintados de amarillo. No dudamos en ningún momento y los kilómetros siguen cayendo sin esfuerzo. Ya tenemos ganas de juntarnos con nuestros compañeros que descansan des de hace unas horas en Ventosa i Calvell.

Más tarde nos contarán que pensaban que estábamos tardando demasiado... Como cambia la noción del tiempo cuando estás parado o ¡en movimiento! Con el Lago Negre a sus pies (no es necesario explicar el porqué del nombre) llegamos al refugio, por segundo día con el agua de compañera, pero a diferencia del primero mucho más llevadero para los cinco, con la sensación que cada día iremos a más. Son las cinco y cuarto, y hoy si, ducha (fría una vez más), ordenar las cosas tranquilamente, una partida de cartas... ¡Y a las siete a cenar! Aquí las buenas costumbres no se pierden. En Ventosa (esto es a mi gusto y ya se sabe, para gustos colores) es donde más a gusto comimos, sopa muy decente, ensalada de setas y unas butifarras con una samfaina... ¡Para chupar dedos y pan!
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Cuando la niebla, en cuestión de segundos nos deja campo de visión, el paisaje es el que nos deja sin palabras, alrededores del estany del Clot.

¡Hasta el yogur lo prepararon con gracia! Eso si, parece que una de las reglas de todo refugio la pasan por alto aquí, la temperatura interior no estaba controlada pues no se tiene supervisión de puertas y ventanas... Y la ducha se merecería un capítulo propio. Ya sabemos que no vamos a la montaña a estar cómodos, pero hay puntos que parecen tan fáciles de solucionar que clama al cielo que no se ponga remedio. Eso si, segunda noche, ya vamos coincidiendo con otros caminantes, como una pareja de madrileños con quien compartimos la cena y las experiencias del día. Esas noches de mesa y conversaciones es uno de los instantes que le dan magia a las rutas pirinaicas, también lo notaremos a nivel de los cinco, cada vez más compenetrados.

Después de unas partidas al mentiroso (donde queda demostrado que los masques tenemos mucha más habilidad que cualquiera de los correcats que me acompañaron, no sé que querrá decir eso), es hora de apagar las luces e ir pensando en dormir. El día siguiente nos espera una etapa corta, pero de la que la gente más habla. Lástima que la niebla, que aún nos rodea, no nos deja ver las estrellas y la luna para recargar energía. A priori mañana ya debería comenzar el buen tiempo... Cruzaremos los dedos para que sea así. Algo está claro, mientras procuramos conciliar el sueño, el viento (que adecuado el primer nombre del refugio) está poniendo toda su fuerza para limpiar el cielo, en noches así agradeces salir temprano y no tener que llegar tarde al refugio...
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Ventosa... ¡Que nombre más acertado te pusieron!

17 horas i 15 minutos en camino desde que dejamos el coche, 14 horas 15 minutos en movimiento, continuará…